Monday, February 16, 2009

Una Relación profunda


Toda persona anhela darse a si misma completamente a alguien, tener una relación profunda del alma con otra, ser amada completa y exclusivamente.

Pero Dios le dice al cristiano: No, no hasta que estés satisfecho, completo y contento con ser amado por mí solamente, con darte a ti mismo totalmente y sin reservas a mí, con tener una relación intensamente personal e inigualable, conmigo solamente, descubriendo que sólo en mí se encuentra tu satisfacción. Sólo entonces serás capaz de la perfecta relación humana que yo había planeado para ti.

Nunca te unirás a otra persona hasta que estés unido conmigo, reservado de cualquier otra persona o cosa, reservado de cualquier otro deseo o anhelo, quiero que dejes de planear, que dejes de anhelar, y me permitas darte el plan más emocionante que existe, uno que ni te imaginas.

Quiero que tengas lo mejor; por favor permíteme conseguirlo para ti, sólo mantente observándome, esperando las más grandes cosas; mantente experimentando la satisfacción que Yo soy, mantente escuchando y aprendiendo las cosas que te digo.

Tan solo espera, eso es todo. No estés ansioso. No te angusties. No mires alrededor, a las cosas que otros han conseguido, o que yo les he dado.

No mires las cosas que piensas que necesitas, tan sólo deja de hacerlo y mira hacia mí, o pasarás por alto lo que quiero mostrarte. Y entonces cuando estés listo, te sorprenderé con un amor mucho más maravilloso y emocionante que el que alguna vez soñaste.

¿Te das cuenta? Hasta que tú estés listo y hasta que la persona que yo te tengo para ti esté lista. (Yo estoy trabajando aún en este momento para prepararlos a ambos al mismo tiempo).

Hasta que ambos estén satisfechos exclusivamente conmigo, y la vida que les he preparado, no serán capaces de experimentar el amor, que ejemplifica tu relación conmigo; así es el amor perfecto.

Y querido, yo quiero que tengas el amor más maravilloso, quiero que veas en la carne un retrato de tu relación conmigo. Y disfrutes material y concretamente la eterna unión de belleza, perfección y amor que te ofrezco conmigo mismo. Comprende que te amo cabalmente, yo soy Dios. Créelo y satisfácete.

Anónimo